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Cada vez son más numerosas las aplicaciones para Smartphone con finalidad médica y las destinadas a resolver problemas de salud mental no escapan a esta tendencia.
Sólo hace falta escribir “depresión” en la tienda de aplicaciones para que se nos ofrezcan un largo número de aplicativos dispuestos a ayudarnos. Pero …¿funcionan? ¿Tiene sentido llevar a un “e_psiquiatra” en el bolsillo?
La OMS indica que muchas personas (un 85% en países en vías de desarrollo y hasta un 55% en países industrializados) no reciben el tratamiento que necesitan. Dada la ubicuidad de los Smartphones podemos pensar que las aplicaciones de telefonía diseñadas para atender enfermedades metales podrían ser una especie de “salvavidas” que reduciría esta carencia.
La misma OMS en su Plan de Acción para la Salud Mental 2013-2020 recomienda “promover la autocura con la ayuda, por ejemplo, de medios electrónicos y de telefonía móvil”.
Pero lo tecnología se mueve más rápido que la ciencia y aun no existen suficientes estudios que puedan confirmar que las aplicaciones que cuentan con un buen diseño puedan mejorar el estado de algunos pacientes. Quizás sí sean efectivas quizás no lo sean pero el problema radica en qué es posible que algunas resulten perniciosas. Estas aplicaciones deberían testarse como cualquier medicamento.
Sí hay algunas aplicaciones diseñadas con base científica y qué cuentan con estudios a pequeña escala que avalan su utilidad.
En 2010 psicólogos del gobierno de los EEUU percibieron que militares veteranos con trastornos por estrés postraumático (TEPT) necesitaban algo que les ayudara en esos momentos en que su estado de ansiedad aumentaba, incluso cuando estaban en la cola del supermercado. En 2011 presentaron la aplicación desarrollada para este efecto, los 3 primeros años registro más de 150.000 descargas en 86 países diferentes. Parece que funciona.
Otra aplicación diseñada con base científica y que cuenta con pequeños estudios que avalan su utilidad es FOCUS. FOCUS está destinada a pacientes con esquizofrenia. Se centra en actuar proactivamente con el usuario, le pregunta cómo se siente y en función de su respuesta propone una estrategia.
Otras aplicaciones como CLINTOUCH facilitan el contacto entre el paciente y médicos y terapeutas.
A la hora de valorar la utilidad de estas aplicaciones, hay que tener en cuenta que las personas crean fuertes vínculos con su Smartphone y la recepción de mensajes y consejos mediante su dispositivo personal, que es por así decirlo cómo de la familia, puede bastar para que algunas personas se sientan mejor.

 

 

 

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DOCUMENTACIÓN/FUENTE:

Núm. 86. Año 2017

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Es un extracto de un artículo publicado en NATURE:

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